En el artículo de la pasada semana comenzamos a tratar la comunicación mediante imágenes en las personas con TEA, concretamente hablamos introductoriamente sobre el sistema PECS (Picture Exchange Communication). Podéis encontrarlo en este enlace.
Este sistema, como sabemos, se basa en el intercambio de imágenes, a fin de brindar apoyo visual a la comunicación para ajustarse a las necesidades de las personas con TEA.
Estos apoyos visuales son “una clarificación, la forma con la que podemos traducir o transformar la información verbal a visual. Son un código alternativo al lenguaje oral o al uso instrumental, que persigue mejorar la comprensión” (Equipo Deletrea, 2008). Con ellos podemos “traducir” o transformar la información verbal a información visual. Es, por tanto, un código alternativo al lenguaje oral (por ejemplo, cuando le decimos al niño “A dormir”) o al uso instrumental (por ejemplo, cuando cogemos al niño de la mano y le llevamos al dormitorio), que persigue un fin fundamental: mejorar la comprensión. Mediante PECS sustituimos la ineficaz palabra hablada o el uso instrumental por la presentación de la tarjeta correspondiente, agilizando la comunicación enormemente.
Sin embargo, cada forma de presentación de los apoyos visuales exige del niño una capacidad diferente de abstracción y de simbolización. No es lo mismo emplear imágenes que emplear objetos reales, dado que las primeras demandan una capacidad de abstracción mayor que las segundas y, en consecuencia, son más complejas. Por este motivo, es importante saber ajustar la dificultad de los apoyos visuales a la capacidad de abstracción del niño.
¿Cómo podemos favorecer su correcto desarrollo desde casa?
Entonces, y sobre todo al comenzar a introducir el sistema PECS, debemos tener en cuenta las características individuales de nuestros alumnos Hay casos en los que el nivel de abstracción no alcanza y es más beneficioso presentar un objeto real en lugar de una fotografía, pudiendo pasar más adelante a la fotografía si su evolución lo permite.
¿Cómo podemos favorecer su correcto desarrollo desde casa?
De esta forma, el punto de partida debería ser siempre valorar qué apoyo visual comprende y es eficaz para cada niño. Una forma de analizarlo consiste en pedirle que realice emparejamientos entre objetos reales y fotografías, pictogramas y palabras escritas, familirializándole primero en la tarea de emparejamiento a fin de descartar otras variables como la falta de comprensión de lo que le estamos pidiendo. Para lograr esta familiarización, podemos realizar algunos ensayos con grupos de objetos idénticos, empleando la consigna verbal de “pon”, mientras se guía físicamente su mano.
De esta forma, por medio de la asociación, estaremos promoviendo la transición de un tipo de apoyo más sencillo (la fotografía) a otro más complejo (el pictograma) y, finalmente, cuando el niño los haya asociado podremos retirar la fotografía, dejando sólo el pictograma.
Fuente: Autismo Cádiz
Por otro lado, no debemos olvidar que también es posible combinar distintas modalidades, si así lo consideremos conveniente (por ejemplo, objetos reales y la etiqueta de sus cereales preferidos). Asi nos lo explica ARASAAC:
“La Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA) no es incompatible sino complementaria a la rehabilitación del habla natural, y además puede ayudar al éxito de la misma cuando éste es posible. No debe pues dudarse en introducirla a edades tempranas, tan pronto como se observan dificultades en el desarrollo del lenguaje oral, o poco después de que cualquier accidente o enfermedad haya provocado su deterioro. No existe ninguna evidencia de que el uso de CAA inhiba o interfiera en el desarrollo o la recuperación del habla.”
La idea más importante es que la finalidad de cada apoyo visual viene definida por la necesidad que presenta la persona con TEA en cada momento. Así, en nuestras salidas, podemos realizar un dibujo improvisado para prevenirles de lo que va a ocurrir o vamos a hacer.
Para elaborar materiales de apoyo visual podemos utilizar pizarras, ordenador, papel… pero lo ideal es que sea algo que pueda llevarse a las salidas que hagamos. Por ello, la opción de etiquetas plastificadas en forma de llavero (unidas por una argolla) es muy útil y posibilita hacer cambios y nuevos pictogramas de manera sencilla y sobre la marcha.
Confeccionar nuestros propios apoyos visuales es sencillo y económico. Como podemos ver en la lista inferior, los materiales son fáciles de encontrar y el procedimiento no requiere ninguna habilidad especial.
Materiales:
– Pegamento
– Velcro
– Tijeras
– Fotografías o pictogramas
– Una plastificadora
– Etiquetas
– Rotulador
La idea es contarle y dejarle manipular la secuencia durante algunos días previos al evento y tener el material en a mano mientras este ocurra. Es lo que llamamos historias sociales.
Tenéis algunos ejemplos en:
Materiales de Sabina Barrios en OcupaTEA.
Materiales de Sabina Barrios en ARASAAC.
Bibliografía:
– Equipo Deletrea. (2008) Los niños pequeños con autismo. Soluciones prácticas para problemas cotidianos. Madrid: Editorial CEPE.
– Hernández, J. Martín, A. y Ruíz, B. (2007). Déjame que te hable de los niños y niñas con autismo de tu escuela. Lleida: Teleno.
– Hongdon, L. (2002). Estrategias Visuales para Mejorar la Comunicación: Ayudas Practicas para la Escuela y el Hogar. EEUU: Quirkroberts Publishers.
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