Centro Tierra
Ante la mínima sospecha que nuestro hijo/a u otro niño de nuestro círculo pueda tener autismo es imprescindible acudir a algún profesional que conozca las características del espectro y nos guíe en el proceso de evaluación y diagnóstico.
Que nuestro niño cumpla algunos de los signos de alerta, no nos informa que tenga un Trastorno de Espectro Autista, nos informa de la necesidad de ser evaluado por un especialista de forma inmediata.
Síntomas precoces (18-24 meses):
– No nos mira cuando lo llamamos por su nombre.
– Falta atención al lenguaje. Parece más interesado en objetos que a lo que le decimos.
– Ausencia de respuesta a la comunicación no verbal. Ejemplos: No responde de forma adecuada cuando le tendemos la mano para que nos entregue algo; cuando le mostramos algo apuntándolo con nuestro dedo no dirige la mirada.
– Limitación en el uso del contacto ocular. Ejemplos: No nos mira cuando jugamos con él; cuando le cantamos; cuando se cae o un adulto no conocido lo intentar alzar.
– Ausencia del uso de gestos (señalar, hola…). No nos pide con su dedito apuntando lo que quiere, ni se despide de las personas conocidas diciendo adiós con la manita.
Síntomas precoces (18-24 meses):
– Limitación en el interés por los otros y respuestas limitadas a otras personas.
– Ausencia de imitación. No intenta imitar los bailes, juegos o acciones que realizan otras personas.
– Alteración en la interacción social.
– Falta de interés por compartir sus intereses y alegría.
– Limitación en el desarrollo del juego simbólico.
– Limitación en la expresión y comprensión de emociones.
Síntomas precoces (18-24 meses):
– Respuesta inusual a la estimulación sensorial. El niño puede llorar o sentirse muy molesto ante ruidos, texturas, olores o sabores cotidianos.
– Movimientos motores extraños y repetitivos.
– Juego repetitivo. Utiliza sus juguetes de manera peculiar, parece que no sabe darle el uso apropiado.
– Resistencia al cambio. Prefiere seguir rutinas como por ejemplo: ir siempre por las mismas calles para ir a determinado lugar.
imonial.
“Como consejo para las familias que recién empiezan a trabajar con sus chicos, decirles que esto es un proceso largo donde en un proceso de casi un año de terapias primero mi hijo tuvo que aprender a sentarse a trabajar, acceder a que le manipulen la mano para señalar, aprender órdenes simples y vocabulario básico, trabajando tanto con objetos reales como con pictogramas…actualmente no solo hemos conseguido sus primeras vocalizaciones sino que puede expresar sus necesidades y gustos con frases completas. Todo es paso a pasito y gracias al trabajo de sus terapeutas. Creo que el mejor consejo que puedo darles es mucho amor y paciencia, atención a todas las recomendaciones e instrucciones que dan las terapeutas y tratar de aplicar en casa lo que aprende en terapia. ”

