20 APPS EDUCATIVAS PARA TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

20 APPS EDUCATIVAS PARA TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

En esta ocasión os dejamos una selección de apps, la mayoría disponibles en Play Store, eficaces en niños con TEA para estimular distintos aspectos de su desarrollo y aprendizaje. Esperamos que os sea útil!

1. Lee y aprende
Juego para aprender o mejorar la lectura a través de diversas temáticas, dónde aprenderán vocabulario variado a través de tres actividades o ejercicios educativos distintos.

2. Logic Land. Juego para el desarrollo que ofrece tareas de secuencia de figuras, adivina como luce una figura, define cuantos elementos, encuentra la forma entre otras, enfocadas al desarrollo del razonamiento lógico, habi¬lidad matemática, inteligencia espacial así como atención y memoria de niños.

3. Kids Free 2. Aplicación que contiene juegos para el desarrollo de la memo¬ria, la atención, la clasificación, la discriminación visual y auditiva, el razonamiento lógico, la secuenciación, la estructuración espacial y las coordinaciones viso-manuales. Tareas divertidas, interactivas y que proporcionan retroalimentación.

4. Conecta 4. Es un juego de estrategias personales que emplea el usuario para dar resolución al problema haciendo uso de la percepción, atención, memoria, concentración y anticipación. Gana el jugador que consiga conectar 4 fichas consecutivas del mismo color.

5. CPA .Comunicador personal adap¬table. Es un sistema de comunicación para personas con problemas graves de comunicación (autismo, trastornos neurológicos, discapacidades motoras, afasias). Reproduce voz y facilita la sintaxis mediante ordenación de imágenes.

6. Unblock me Esta aplicación favorece el desarrollo cognitivo ya que incluye un total de más de 4000 rompecabezas, el objetivo es deslizar el bloque rojo fuera del tablero. Primero tienes que empujar y deslizar otros bloques para despejar el camino.

7. Las series de Lucas Es un juego educativo de series lógicas para niños entre 2 y 8 años, pero igualmente valido para personas de mayor edad como ejercicio de atención y concentración.
Los niños deberán averiguar el elemento que continua la serie mostrada, eligiendo entre las divertidas opciones ofrecidas.

8. Torre de Hanoi.Es un juego logico-matematico utilizado para estimular el pensamiento lógico y el razonamiento espacial, así como el desarrollo de habilidades y estrategias para la solución de problemas. Es un recurso didáctico para la aproximación al concepto de logaritmo.

9. Proyect@ Emociones 2.El Proyect@ Emociones Software es una aplicación que apoya al desarrollo de la empatía en los niños y niñas dentro del espectro del autismo.

10. Picto TEA.Facilita la comunicación con el entorno mediante la comunicación por pictogramas digitales en lugar de las tarjetas físicas.

11. Aprendizaje sensorial. App que ayuda a desarrollar las habilidades de coordinación ojo-mano.

12. Números encadenados.Aplicación que estimula el desarrollo de la atención, la discriminación visual y la velocidad de respuesta motriz mediante retos lúdicos. Di- senada para todas las edades, consiste en encadenar unas piezas con otras, las piezas se pueden encadenar si tienen la misma forma o el mismo color con dificultad creciente y antes de que se termine el tiempo.

13.Juego de Doctor Jugar a utilizar las herramientas necesarias para tratar la hinchazón, aplicar vendas, curar las heridas, o hacer un medicamento especial en el laboratorio científico son ac¬tividades que les permiten a los niños con TEA aprender los tipos de procedimientos médicos a los que se puede enfrentar en el consultorio u hospital, esto los tranquiliza y los dispone a recibir la atención medica necesaria.

14. José aprende. Es una colección de cuentos adaptados a pictogramas para aprender mientras se divierten, diseñado para Aprendices Visuales (Fundación Orange.

15. Pictosonidos. Es una aplicación donde a través de los pictogramas, con sonidos y locuciones asociadas, se ayuda a la comprensión de conceptos y a incrementar el vocabulario de personas con trastornos de comunicación oral, que aprenden más fácilmente a través de imágenes.

16. Tuli emociones.Sencilla aplicación que enseña el reconocimiento de emociones que se relacionan con diversas situaciones de la vida diaria.

17. Pictogram agenda. Agenda visual electrónica. Es un excelente instrumento de apoyo en los procesos de aprendizaje ya que ayudan a comprender las situaciones y saber qué es lo que se espera de ellas reduciendo de esta manera la ansiedad que gene¬ra lo nuevo e inesperado

18. Sígueme. Es una herramienta educativa diseñada para niños con TEA, que permite favorecer y potenciar el desarrollo de los procesos perceptivo-visual, cognitivo-visual y la construcción del significado de las palabras. También promueve el aprendizaje de habilidades de autocuidado (vestido, higiene, alimentation)

19.ASAAC. Con el apoyo de un sistema de imágenes y pictogramas, permite crear diferentes menús contextuales con frases predefinidas con las cuales el usuario puede auxiliarse en diferentes contextos comunicativos.

20. ¡Háblalo!. Conversor de texto a voz y de voz a texto, con posibilidad también de apoyo a través de pictogramas. Web de la aplicación: www.hablaloapp.com

LOS SISTEMAS ALTERNATIVOS Y/O AUMENTATIVOS DE LA COMUNICACIÓN EN LA ATENCION TEMPRANA

Durante años, el autismo fue considerado durante años como un trastorno con muy mal pronóstico y con escasas posibilidades de mejora. Sin embargo, sabemos hoy día que, de producirse una detección temprana y una intervención en los primeros meses y años de vida, existe margen para enormes mejorías en la evolución de estos niños y niñas (Dawson y Bernier, 2013).

Existe más que sobrada evidencia de que es necesario actuar pronto e intensivamente sobre el niño o niña, pero que no tiene sentido hacerlo sin contar con su familia, y que debemos modificar los entornos para optimizar su aprendizaje e inclusión. Además, el equipo de atención temprana debe estar coordinado con el resto de profesionales externos.

Muy pocos niños y niñas antes de la edad de tres años exhiben un claro desarrollo social y comunicativo. Esto no significa que debamos esperar a que las dificultades se hagan evidentes, sino que conviene abordar la intervención lo antes posible. El objetivo de la atención temprana en este ámbito será la intervención sobre los procesos precursores del adecuado desarrollo del lenguaje, y como consecuencia, de la cognición y de las relaciones socioemocionales.

Actualmente existe suficiente evidencia empírica acerca de los indicadores que podemos utilizar para determinar señales tempranas del autismo, y es sobre ellos donde debemos actuar. El control de la atención temprana, la regulación emocional, la orientación social y las habilidades precomunicativas podrían constituir nuestros objetivos. Por ejemplo, existe evidencia de que las dificultades en atención conjunta son un buen predictor de dificultades futuras, y que el trabajo del mantenimiento de este tipo de interacción tiene efectos positivos sobre el desarrollo de niños de alto riesgo (Murza, Schwartz, Hahs-Vaughn, y Nye, 2016).

Parece claro que una actuación temprana sobre dificultades en estos ámbitos podría evitar o limitar algunos de los problemas que aparecen en cascada posteriormente y que identificamos como síntomas de autismo (Brian, Bryson y Zwaigenbaum, 2015).
Uno de los ámbitos prioritarios es la comunicación, ya que se estima que entre un 20 y un 30% de niños y adolescentes con autismo no han desarrollado lenguaje verbal, o tienen un nivel expresivo muy bajo. Es además este aspecto el que más preocupa a las familias, por encima de las estereotípicas, manierismos u otras manifestaciones conductuales. El bajo nivel de comunicación se ha relacionado además, con mayor nivel de ensimismamiento o incluso de conductas inadecuadas.

Hoy sabemos que niños con autismo, incluso aquellos con mayores déficits, pueden desarrollar un lenguaje y/o comunicación funcional, incluso más allá de los 5 o 6 años, siempre y cuando se haya establecido una intervención temprana, intensiva y de calidad, y que a mayor desarrollo de la calidad de la comunicación menor deterioro cognitivo y una mejor calidad en la interacción social.
En esta intervención comunicativa hay que tener en cuenta la posible limitación del niño son TEA en cuanto a seguimiento ocular e imitación, que puede conllevar típicamente un desinterés por el aprendizaje social. Esto hace que el aprendizaje sea muy diferente.

En esta intervención dirigida al desarrollo del lenguaje, existen muchos y diversos métodos. De entre todos destaca el uso de SAAC (Sistemas Alternativos y/o Aumentativos de la Comunicación), y es en el sistema que nos centraremos en este artículo. Están constituidos por diferentes sistemas cuya principal función es la de aumentar y/o compensar las dificultades que presentan personas con capacidades diferentes para acceder al lenguaje verbal. Son definidos por la Asociación Americana de Habla, Lenguaje y Audición (American Speech Language – Hearing Association – ASHA, 1989) como un área de práctica clínica que intenta compensar los patrones de impedimento y discapacidad de los individuos con severos desórdenes en la comunicación.

Los SAAC se clasifican en dos categorías:
– Sin Ayuda: Habla, gestos, códigos o sistemas gestuales (ej. Comunicación Total de Benson y Schaeffer).
– Con Ayuda: Recursos Tangibles, recursos representacionales, sistema de símbolos abstractos (Sistema pictográficos SPC), símbolos ortográficos, sistema de comunicación por intercambio de imágenes (PECS), ayudas técnicas (ej. Tableros de comunicación no electrónicos y recursos informáticos: tablets, sistemas operativos, aplicaciones, etc.)

A largo plazo, la intervención con SAAC no interfiere en la adquisición o recuperación del lenguaje oral; por el contrario, contribuye a incentivarlo y en el caso de no ser posible, dota a la persona de un medio funcional para comunicarse.
Aunque en muchos centros aún se utiliza el lenguaje de signos (LSE), el SAAC en niños con TEA ha mostrado más eficacia. Mediante SAAC obtenemos mayor vocabulario y mejor comprensión de los aspectos semánticos y pragmáticos del lenguaje. Esta supremacía de los SAAC puede deberse a las dificultades motóricas que a su vez suelen presentar los niños con TEA.

Annette Estes et al. Discrepancies Between Academic Achievement and Intellectual Ability in Higher-Functioning School-Aged Children with Autism Spectrum Disorder . Journal of Autism and Developmental Disorders 2011-08-01. dx.doi.org/10.1007/s10803-010-1127-3
Mª, A. R. (2001). Dificultades del lenguaje en ambientes educativos. Del retraso al trastorno especifico del lenguaje. Barcelona.

Márquez, C., Cañete, C., Arnaiz, J., Repeto, S., Salvadó, B., Pérez, I., Tamarit, J., … Sanz. T. (2014). Recomendaciones a familias que buscan atención temprana para su hijo con trastorno del espectro del autismo. Asociación española de profesionales del autismo, AETAPI. Recuperado de http://aetapi.org/download/recomendaciones-a-familias-que-buscan-atencion-temprana-para-suhijo-con-trastorno-del-espectro-del-autismo-noviembre-2012/?wpdmdl=607

 

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CLAVES PARA UNA EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA INCLUSIVA

En la anterior entrada hablábamos de la conveniencia de no basarnos únicamente en una sola fuente de información al evaluar psicopedagógicamente a un alumno, y emitir el correspondiente informe. Sin duda, realizar una evaluación psicopedagógica es una tarea que gran complejidad y responsabilidad, que concierne a todo el equipo educativo que atiende al alumno.

Hablábamos también de las entrevistas ADIR y ADOS-2, útiles herramientas que estructuran el proceso de recogida de información a fin de comprender las necesidades del alumno o alumna, y así poder ajustar la respuesta educativa.

En esta ocasión queremos seguir hablándoos de evaluar, dada la importancia de la misma, puesto que debe ser el punto de partida de toda intervención educativa. Y como `casilla de salida, debería tener, a todas luces, el mismo grado de inclusión que la misma puesta en practica de los ajustes educativos posteriores.

No podemos obviar que los informes psicopedagógicos al uso pueden ser una forma encubierta de legitimar las desigualdades socioculturales (Calderón, 2014); las evaluaciones psicopedagógicas y sus posteriores derivaciones y propuestas diferenciadas consiguen convencer a través de los años a alumnos, profesionales y familiares de la incapacidad del alumno o la alumna, y asocian el pobre rendimiento con la resignación ante la posterior segregación social. Y no solo eso. Muchos informes psicopedagógicos no son mas que listados de dificultades con la evidente intención de derivarlo a un centro o unidad específica.
Desde Orientapas, Miguel Ángel Gómez Arqués nos formula la siguientes cuestiones:
– ¿Qué puede hacer el profesional de la orientación para hacer realidad el modelo de escuela inclusiva?
– ¿Cuáles son las acciones y actitudes que pueden ayudar a llevar a cabo un modelo de escuela inclusiva?
– ¿Cómo desde nuestra posición podemos generar sinergias e iniciativas para el cambio metodológico?
– ¿Cómo distribuimos nuestras tareas y actividades para favorecer las metodologías que favorecen la inclusión?

Partiendo de la premisa de que la escuela inclusiva no es una metodología concreta y aislada, sino una forma de repensar la educación, es lógico pensar que no puede empapar unos aspectos de la practica educativa mientras que deja de lado otros, y muchos menos, aquel que es la base de lo posterior, el punto de partida que constituye la evaluación psicopedagógica. ¿No debería ser entonces la pieza más inclusiva de todo el engranaje educativo?

La orientadora Rosa M. Santos lo expresa de la siguiente manera:
“tenemos que replantearnos muchas prácticas orientadoras, empezando por la evaluación psicopedagógica, el censo NEE (aún muy anclado en un modelo clínico), el concepto de Nivel de Competencia Curricular demasiado simplificador, así como el concepto de ACI significativa y el modelo de respuesta educativa especializada de PT…”.

Y en esta labor, la clave es cambiar el foco de atención, tradicionalmente centrado en el alumno con dificultades, siendo sin embargo la propia práctica educativa que se lleva a cabo desde los mas altos niveles de concreción, la que debe acaparar nuestra atención como profesionales de la educación. Es en el grado de inclusión a nivel de centro, en la organización del aula, en la eliminación de barreras físicas y sociales, en los apoyos necesarios en contextos ordinarios como el recreo, donde debemos enfocarnos y actuar.

El inicio de cada curso es un momento idóneo para repensar qué y cómo estamos trabajando. Es nuestro deber repensar la inclusión de cada alumno acneae que el centro acoja, comenzando por detectar carencias para poder solventarlas, y tomando conciencia de aquellos aspectos que debemos reforzar a nivel formativo para todo el equipo docente. Solo si el profesorado cuenta con conocimientos y herramientas, la labor inclusiva será una labor de todos.

Es indispensable la formación de todos en metodologías como el aprendizaje basado en proyectos, pues favorece la participación de forma activa todos los alumnos; la enseñanza multinivel que nos prmite trabajar con diferentes niveles de complejidad; el “Aprendizaje y Servicio”, que educa enormemente en valores además de involucrar al alumnado en la sociedad y promover la participación de la comunicación en las instituciones educativas; el aprendizaje cooperativo para crear estructuras de apoyo mutuo (tutoría entre iguales), y un largo etc.

Por otro lado, es igualmente necesario repartir las horas de apoyo centrado no exclusivamente en las materias de Lengua y Matemáticas, y sobre todo, propiciar la cooperación interprofesional, dando cabida en el aula ordinaria al los profesores especialistas en pedagogía terapéutica, pues ellos son nexo entre los distintos profesionales y las familias, haciendo posible un horario flexible que permita a los profesores de apoyo establecer asesoramientos y facilitando la docencia compartida dentro del aula ordinaria.

En este marco, las evaluaciones psicopedagógicas y adaptaciones curriculares no pueden concebirse de otra manera que bajo un enfoque sistémico, colaborativo, y con el foco centrado en las fortalezas del alumno y los contextos en los que se desarrolla. Su finalidad, además, no puede ser otra que identificar barreras segregantes, y ofrecer orientaciones claras para cambiar aquello que sea necesario para que todos y cada uno de los alumnos de la escuela pueda participar.

Bibliografía.

Gerardo Echeita (2014) Obstáculos a la inclusión: cuestionando concepciones y prácticas sobre la evaluación psicopedagógica. Universidad Autónoma de Madrid.

AGENCIA EUROPEA PARA EL DESARROLLO DE LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES y LA EDUCACIÓN INCLUSIVA (2007) Evaluación y educación inclusiva. Disponible en http://www.european-agency.org/sites/default/files/assessment-in-inclusive-settings-key-issues-for-policy-and-practice_Assessment-ES.pdfALONSO TAPIA, J. (2012) Evaluación psicopedagógica y orientación educativa. (2 vols) Madrid: Síntesis

ASIS, R.; BARIFFI, F. y PALACIOS, A. (2007). Principios éticos y fundamentos jurídicos En, R. de Lorenzo y L.C. Pérez. Tratado sobre discapacidad. (pp.83-114) Madrid: Thomson/Aranzadi

ASÍS, R.; CAMPOY, I. y BENGOECHEA, M.A. (2007) Derecho a la igualdad y a la diferencia. Análisis de los principios de no discriminación, diversidad y acción positiva. En, R. de Lorenzo y L.C. Pérez. Tratado sobre discapacidad. (pp.115-142) Madrid: Thomson/Aranzadi

DETECCIÓN Y EVALUACIÓN DEL T.E.A.: ADI-R Y ADOS-2

DETECCIÓN Y EVALUACIÓN DEL T.E.A.: ADI-R Y ADOS-2

Como sabemos, una de las principales claves para el correcto desarrollo de cualquier persona, es el hecho de que pueda contar con los apoyos y educación que necesite y que mejor se adapten a su condición.

El TEA puede manifestarse ya en el primer año de vida, aunque de forma sutil. No obstante, signos como el escaso contacto ocular, sonrisas escasas, la ausencia de seguimiento visual o el hecho de que sean niños poco demandantes o excesivamente tranquilos, nos pueden hacer sospechar de un posible TEA.

Mas adelante, el TEA suele manifestarse de manera más contundente, y muy variable según el punto del espectro en que nos encontremos. Por ejemplo, puede que no presente juego simbólico o atención compartida (disfrutar, por ejemplo, de que le leamos un cuento), puede que no tenga interés en jugar con otros niños o que dedique pocas miradas a las personas. En otras ocasiones son mas predominantes los intereses obsesivos, el aleteo de las manos, y la tendencia a mecerse o girar en círculos. Podemos también observar reacciones poco habituales al sonido, el olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.

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Octubre 2020
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A medida que el niño crece y se desarrolla, pueden salir a la luz otras manifestaciones, muy variables según cada caso. Puede manifestarse como problemas para comprender, demostrar sus sentimientos o hablar de ellos. También es posible que tengan problemas para comprender los sentimientos de los demás. Si experimenta hipersensibilidad al tacto, posiblemente, no querrán que se las abrace. La ansiedad y la depresión también pueden aparecer.

Cuando encontramos signos de autismo, el primer paso es de realizar una valoración diagnóstica de forma temprana, a fin de determinar una posible intervención que será más eficaz cuanto más precozmente se implemente.

Hay que tener en cuenta que el autismo no se diagnostica a través de la presencia de marcadores biológicos, sino que es necesario llevar a cabo un proceso de observación y análisis exhaustivo del comportamiento del niño o niña en un entorno lo más natural posible. Las entrevistas a familiares cercanos son asimismo una importante fuente de información.

Durante este proceso tenemos herramientas objetivas para evaluar la sintomatología como ADI-R y ADOS-2, ambas complementarias y de TEA ediciones, que nos son de gran ayuda a la hora de determinar un posible caso de TEA.

Los profesionales que vayan a utilizar estas herramientas deben tener formación, entrenamiento y experiencia previa en el uso de baterías de tests de aplicación individual, así como amplia experiencia con personas con trastorno del espectro autista. Son herramientas de uso interprofesional. Así, los psicólogos clínicos y los médicos pueden utilizar el ADOS-2 para realizar diagnósticos médicos; los psicólogos educativos pueden emplear los resultados para tomar decisiones acerca de la necesidad de incluir a un alumno en un programa de educación especial; y los terapeutas ocupacionales y profesionales del habla y de la audición pueden usar los resultados para diseñar planes de tratamiento.

ADI-R no es un test, sino una entrevista que se centra en las conductas que se dan raramente en las personas no afectadas, por lo que no ofrece escalas convencionales ni emplea baremos. Es una entrevista semiestructurada que se realiza a la familia o cuidador/a de pacientes con TEA y que ha demostrado ser muy útil en el diagnóstico y en el diseño de planes educativos y de tratamiento. Se complementa con la administración del ADOS-2, entrevista semiestructurada que se aplica directamente a la persona con TEA. Ambas pueden aplicarse a partir de los dos años de edad.

ADI-R explora tres grandes áreas (lenguaje/comunicación, interacciones sociales recíprocas y conductas e intereses restringidos, repetitivos y estereotipados) a través de 93 preguntas que se le hacen a los padres o cuidadores. La persona que entrevistemos debe ser alguien familiarizado con el comportamiento del niño entre los 4 y 5 años ya que muchas de las conductas que se evalúan caen en este periodo. Las preguntas que se realizan están referidas a cuestiones familiares y educativas, etapas del desarrollo e hitos, funcionamiento de la comunicación, desarrollo social y juego, y sobre intereses y comportamientos.

El ADOS-2 consta de un conjunto de actividades inmersas en contextos estandarizados, donde podemos observar si se producen ciertos comportamientos sociales y de la comunicación relevantes para el diagnóstico de los TEA. El ADOS-2 incorpora en este manual el uso de situaciones sociales planificadas, denominadas «presiones» (Murray, 1938), que proporcionan contextos estandarizados en los cuales se pueden observar conductas sociales, de comunicación u otros tipos de conductas concretas.

Cuenta con diferentes módulos en función de la edad del evaluado, y materiales interactivos de estimulación también adaptados en función de la edad, muy útiles para atraer y estructurar la atención del examinando durante la evaluación. Una de las grandes ventajas es que tiene en cuenta la posible ausencia de desarrollo lingüístico, lo cual permite una evaluación mas efectiva.

Dicho esto, debemos tener en cuenta que herramientas como ADIR-R o ADOS pueden ayudar, pero no podemos basar un diagnóstico exclusivamente en ellas.

 

Bibliografía:

Johnson, C.P. Early Clinical Characteristics of Children with Autism. In: Gupta, V.B. ed: Autistic Spectrum Disorders in Children. New York: Marcel Dekker, Inc., 2004:85-123.

Molloy CA, Murray DS, Akers R, Mitchel T, Manning-Courtney P (2011) Use of the Autism diagnostic observation schedule (ADOS) in a clinical setting. Autism 15(2):143–162

Kim SH, Lord C (2012) Combining information from multiple sources for the diagnosis of Autism Spectrum Disorders for toddler and young preschoolers from 12 to 47 months of age. J Child Psychol Psychiatry 53(2):143–151

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EL TIEMPO DE RECREO: DE COMPAÑEROS A AMIGOS

Tal como decíamos en la anterior entrada, el tiempo de recreo es un momento de la jornada escolar con la misma o mayor importancia que el resto de momentos de la jornada escolar, para cualquier alumno, tal como está recogido en la normativa vigente. En los casos de alumnado con TEA, es un importante momento en el que precisan de una guía, un acompañamiento que ordene y dé estructura al caos y el desorden que caracterizan este tiempo de recreo, además de apoyo en el establecimiento de las relaciones sociales que en él se establecen.

Tanto profesionales de la educación como familias saben que es un tiempo sin estructura alguna, marcadamente social. Hay muchísimos sonidos y ruidos: voces, carreras, risas, gestos, movimiento de muchas personas en diferentes direcciones… ¿Cómo interpretar todo eso cuando tu sistema sensorial se bloquea o se satura de estímulos? ¿cómo entender a qué juegan cuando nadie te lo explica?..

Por ello, es necesaria una metodología planificada de forma previa, que haga que nos sigamos adaptando a estos alumnos de la misma forma que en el resto de la jornada. Por supuesto, la flexibilidad deberá ser el punto de partida.

La Asociación Autismo de Córdoba nos propone las siguientes premisas para comenzar a organizar nuestra respuesta educativa:

  • Hacer el recreo lo más motivante posible, partiendo de sus gustos e intereses.
  • Clasificación y emparejamientos, ya que es uno de sus puntos fuertes y les da seguridad.
  • Evitar el aprendizaje por ensayo/error, procurando que sus aprendizajes sean desde un inicio correctos.
  • Moldeamiento y encadenamiento, partiendo de refuerzos positivos.
  • Fomentar la enseñanza en entornos naturales (casa, colegio, parque…) para favorecer la generalización. La familia toma en este punto un papel primordial.
  • Evitar estímulos innecesarios, teniendo en cuenta las dificultades en coherencia central de estas personas.

Ahora bien, para introducir juegos guiados debemos previamente realizar una evaluación inicial, tanto de las necesidades del niño como de la dinámica del patio. Partiendo de la observación activa: ¿qué sucede en el patio?, ¿qué flujo de juego hay?¿ qué hacen durante el patio los niños y niñas con autismo de ese colegio?.

A nivel individual, se deberá tener en cuenta el nivel de relacion del alumno con TEA, y si su probable falta de motivación hacia la relación con otros se debe a eso, a falta de motivación, a experiencias anteriores no exitosas…o más bien a la falta de estrategias, y la baja autoestima y sentimientos de fracaso que ello conlleva.

Sólo entonces podremos trazar líneas de actuación a través de una estructuración espacio-temporal adecuada, y delimitar las claves visuales, las metodologías específicas para TEA que sean necesarias.

De nuestra intervención se beneficiaran, sin duda alguna, todos los alumnos. Juegos que han ido pasando de generación a generación y que se han olvidado, pueden ser recuperados. Las claves visuales son atractivas para cualquier alumno. Los más pequeños pueden ser incorporados a juegos con otros más mayores… y un largo etcétera.

Debemos cuidar que esta mezcla de edades redunde en beneficio del alumno con TEA, y no le sirva para evitar situaciones de evitación social. Tal como Autismo Sevilla nos recuerda, si el desarrollo de las competencias socio-comunicativas del alumno con TEA lo permite, debemos darle estrategias para la participación con sus iguales, evitando caer en conductas y rutinas que le llevan a acomodarse a una situación que ya no es propia de su edad (ej. ir a buscar a alumnos más pequeños para jugar a los juegos que ya domina, pero que no son de su grupo de referencia y difícilmente podrán forma parte de su red social de apoyo, mantener en el tiempo comportamientos poco adecuados para ciertas edades como por ejemplo chivarse a un adulto ante cualquier situación…. lo que a su vez le merma así su nivel de inclusión social- real y significativa- con los compañeros de su grupo de referencia).

Por otra parte, debemos esperar y tener en cuenta su tendencia a tener y conservar unos intereses en muchas ocasiones restringidos. Aunque siempre habrá que respetar los gustos e intereses de las personas con TEA, también habrá que animarles a probar cosas nuevas.

Las actividades pueden dividirse en varios bloques: con el profesorado y monitores, con toda la clase, con los padres, y actividades más específicas de habilidades sociales para el alumno con TEA.

Todas estas intervenciones deben estar plasmadas en el Proyecto Educativo. El claustro de profesores debe contar con información/ formación sobre las características psicológicas y comportamentales de los alumnos con TEA, pues es la vía para que puedan detectar cuáles son sus necesidades y ofrecerles el apoyo que necesiten en cada caso.

Por último, no debemos perder de vista el fin prioritario: conseguir que esas interacciones pasen poco a poco a convertirse en relaciones en las que todos los implicados aportan y disfrutan, extendiéndose a otros contextos y momentos. Es en definitiva, posibilitar que el alumno con TEA pase de tener compañeros a tener amigos.

 

Para saber más:

Guía Aprendo en el Recreo (Autismo Sevilla)

Proyecto “¿A qué jugamos?” Inclusión del alumnado con TEA en el tiempo de recreo en centros escolares

 

ESPECTRO AUTISTA: EL IMPORTANTE TIEMPO DE RECREO

El tiempo de recreo es un momento de la jornada escolar con la misma o mayor importancia que el resto de momentos, puesto que favorece el desarrollo de la afectividad, imaginación, mentalismo, comprensión social, lenguaje y el ocio, a través de algo tan complejo como son las interacciones con otros iguales, medio que, con el paso de los días, llevan a las tan necesarias relaciones significativas.

Sin embargo, tal como advierte Autismo Sevilla, el recreo entendido como un momento de descanso, alejado de los contenidos curriculares y académicos, ha hecho que en algunas ocasiones, no fuera un periodo donde se continuara fomentando el aprendizaje y el desarrollo personal del alumnado. Sin embargo, diferentes normativas nacionales y autonómicas, establecen que “el horario lectivo del alumnado en el segundo ciclo de educación infantil, educación primaria y en los centros específicos de educación especial será de veinticinco horas semanales que incluirán dos horas y media de recreo distribuidas proporcionalmente a lo largo de la semana”. Esta realidad justifica que el recreo sea un espacio y un entorno lectivo donde los objetivos de aprendizaje y la acción tutorial deben promover de forma individualizada aquellos contenidos que cada alumno pueda necesitar para su pleno desarrollo social y afectivo.

En este marco, debemos tener en cuenta que el alumnado con TEA, debido a sus dificultades en habilidades sociales, inflexibilidad e intolerancia a la falta de estructura es un grupo vulnerable en este aspecto, el recreo se convierte en el momento de la jornada escolar en el que se pueden poner de manifiesto sus dificultades, espacialmente por la falta de estructura y lo complejo que les resulta interaccionar. El alto nivel de estimulación (especialmente visual y auditiva pero también del resto de sentidos) no hace más que acrecentar sus dificultades. Por ello, es un colectivo proclive a mostrar tiempos de aislamiento y/o interacción negativa elevados durante este tiempo de recreo, derivando en actividades poco funcionales en unos casos o en comportamientos hacia otros iguales poco ajustados socialmente.

Es por ello que el juego supone uno de los aspectos prioritarios a abordar en cualquier programa de intervención profesional y educativo (Martos, Ayuda, Freire, González y Llorente, 2014). En el contexto educativo, tener muchos apoyos no implica necesariamente una adecuada atención educativa, sino que estos apoyos deben estar orientados a las necesidades reales del alumno, en los contextos y momentos en los que más lo necesita. Y probablemente, para un alumno con TEA, el contexto del recreo sea el que supone el mayor reto.

Diversos autores apuntan que “el foco no debe limitarse sólo a las habilidades que pueda desarrollar el niño/a con TEA para interaccionar con los demás, sino también en ´como mejorar las competencias de los otros niños y cómo disponer de entornos sociales para facilitar su comprensibilidad y la inclusión del niño con TEA” (Zamora y Vidriales, 2014).

Proyectos como “¿A qué jugamos?” surgen de observar diferentes casos de aislamiento durante los períodos de recreo. Toman como referencia proyectos anteriores como el programa de Patios y Parques Dinámicos de Gey Lagar, el cual comenzó a funcionar por primera vez en el año 2011 en Oviedo, con la finalidad de promover la inclusión social en el contexto escolar durante el tiempo de recreo, y eliminar el acoso.

Se trata, en la medida de lo posible, de ayudar al alumno con TEA para que adquiera comportamientos propios de su edad, para favorecer así al máximo su inclusión social, siempre teniendo en cuenta la importancia de ir retirando los apoyos que brindemos a medida que no los necesite.

Por tanto, Autismo Sevilla nos indica que la intervención ha de tener dos enfoques: uno centrado en el alumno con TEA y otro centrado en el contexto que le rodea, a través de distintos niveles de concreción: centro, aula y el propio alumno, teniendo en cuenta que contra más actuaciones desarrollemos en el contexto (centro y aula), menos significativa será a nivel individual.

A nivel de centro, el claustro de profesores debe contar con información/ formación sobre las características psicológicas y comportamentales de los alumnos con TEA, pues es la vía para que puedan detectar cuáles son sus necesidades y ofrecerles el apoyo que necesiten en cada caso. Las actuaciones y vías de intervención y sensibilización deberán estar plasmadas en el proyecto educativo.

A nivel de grupo-clase, es necesario desarrollar acciones tutoriales que favorezcan el respeto y la aceptación de todas las diversidades funcionales (no solo las relacionadas con los TEA) presentes en la comunidad educativa. A este respecto, el modelo que ofrezcamos los profesionales será fundamental para el resto de compañeros (pues podrán imitarnos y ofrecerle también los apoyos que necesite de forma natural).

Ya a nivel individual, se postulan unas fases para su inclusión social, que Autismo Sevilla ilustra de la siguiente forma, y que desarrollaremos en siguientes artículos. :

Para saber más:

Guía Aprendo en el Recreo (Autismo Sevilla)

Proyecto “¿A qué jugamos?” Inclusión del alumnado con TEA en el tiempo de recreo en centros escolares

DE LOS SISTEMAS DE IMÁGENES A LA PALABRA ESCRITA

Las fotografías y dibujos realistas se han convertido en uno de los elementos más ampliamente empleados y válidos en la intervención (Schopler, Mesibov y Hearsey, 1995). Es evidente que en muchos contextos y para un gran número de niños el empleo de dibujos es el único sistema adecuado. Sin embargo, también es limitado en cuanto a la cantidad y tipo de información que puede ser transmitida, por lo que una adecuada intervención no debe quedarse en el aprendizaje a través de imágenes, y debe intentarse el paso al lenguaje escrito.

El lenguaje escrito supone una alternativa válida para apoyar, complementar o sustituir tanto al lenguaje oral como al sistema de intercambio de imágenes, además de ser un elemento de empleo más universal que los sistemas analógicos. Por eso decimos que «enseñar a leer» en autismo tiene un papel mucho más fundamental, es algo más que culturización. En autismo, la lectura y escritura pueden suponer un puente de acceso a la intervención de aspectos especialmente afectados.

La lectoescritura ofrece guiones de modelos verbales, facilita la expresión de ideas, sensaciones y pensamientos, apoya la adquisición del lenguaje oral, lo hace permanente y estable, algo que redunda en un procesamiento más ágil, y sirve como herramienta para anticipar consecuencias y guía la conducta.

Vista la cantidad de aspectos en los que la lectoescritura puede intervenir, debemos recordar que, además, la habilidad lectora es una de las habilidades que se hayan preservadas en algunos niños con autismo. De hecho, la hiperlexia (fascinación por las letras o números es un fenómeno bastante frecuente en niños con buenas o medias capacidades intelectuales (Tirosh y Canby, 1993). Un gran número de niños con autismo y discapacidad intelectual asociada, a pesar del lento, o incluso nulo desarrollo del habla, aprenden también a leer de manera muy eficaz.

Esta facilidad para acceder a la lectura de algunas personas con autismo, se explica por la presencia de atributos cognitivos concretos especialmente preservados, como la. facilidad para procesar estímulos viso-espaciales (como muestran los ejemplos apuntados en párrafo anterior) y la buena capacidad de memoria mecánica asociativa. Debemos recordar que la lectura es, ante todo, la asociación de emparejamiento de unos caracteres con un objeto determinado, por su presentación repetida.

Pero no todos los niños realizan un aprendizaje espontáneo y natural y los sistemas tradicionales de enseñanza no siempre son efectivos. Existen entre los alumnos con TEA los llamados “lectores naturales”, los cuales comparten una serie de características:

  1. a) tienen interés en anagramas, folletos con información comercial, y en general por letras, números y escritos,
  2. b) niños capaces de discriminación visual y asociaciones visuales simples, por ejemplo, entre objetos complementarios: «pie-zapato» y
  3. c) los que presentan capacidad intelectual superior a la discapacidad intelectual moderada.

Estos alumnos suelen tener más facilidad para el aprendizaje a través de sistemas globales, es decir aquellos en que se asocia el objeto -o su imagen representada- con el rótulo escrito de la palabra correspondiente.

En este aspecto, antes de comenzar a enseñar debemos tener una serie de consideraciones previas que van a condicionar el éxito del intento (Ventoso, 2002):

  1. La guía de pasos que se presenta es únicamente eso, «una guía» y debe adaptarse a cada individuo: preferencias, habilidades, dificultades especiales y características. Por ejemplo, hay niños con problemas de atención, en los que es importante aumentar el tamaño de la letra; otros presentan un interés especial por escribir en pizarra con rotulador etc
  2. Utilizar letras mayúsculas o minúsculas (elegir unas u otras) independientes, no enlazadas. Los niños que aprenden a leer y escribir de forma autónoma lo suelen hacer con letras mayúsculas, que tienen más claves visuales discriminativas, son más fáciles de reproducir y aparecen en esta forma en los teclados. Sin embargo, presentan un inconveniente: la mayoría de los textos, por no decir todos, están escritos en letras minúsculas o cursivas. Por ello, aún actuando en contra de los aprendizajes naturales, quizá sea más útil comenzar con letras minúsculas e independientes, ya que esta independencia facilita la discriminación y la posterior disociación de la palabra en sílabas y las sílabas en letras.
  3. Colocar material autoadhesivo tipo «velcro» en la palabra y el dibujo, o fotografía del objeto, de manera que se peguen y presentar los materiales sobre formato adhesivo -paneles de cartón, paneles de «moqueta», etc., en los que se pegan las imágenes y las palabras o en sistema de bandejas.
  4. Ofrecer la posibilidad de ensayos repetidos con las mismas palabras. En ocasiones se pueden emplear representaciones similares, pero distintas, de los objetos o personas, para mantener el interés y la motivación.
  5. Asegurarse en las primeras sesiones de enseñanza de que el niño «conoce» el referente -objeto- que se le pide que asocie.
  6. Valorar la posibilidad de emplear algún sistema en formato de «cartilla» antes de comenzar con el sistema de carteles individuales.
  7. Emplear métodos de ensayo sin error
  8. No presentar altas exigencias en cuanto a la forma de la letra o la estructura de las frases escritas. Primar el «fondo» y no la forma.
  9. Fomentar el trabajo independiente

 

Bibliografía:

– Baron-Cohen, S, Leslie, A. M., y Frith, U. (1985). Does the autistic child have a «Theory of Mind», Cognition, 21, pp.37-46.

– Peeters, T. (1997). El autismo y los problemas para comprender y utilizar símbolos. En A. Rivière y J. Martos (Comp.) El tratamiento del autismo. Madrid: APNAIMSERSO.

– Ventoso, R. (2002). ¿Pueden aprender a leer y escribir los niños con autismo?. En Valdez, D. (Comp.). Autismo: enfoques actuales para padres y profesionales de la salud la educación. Buenos Aires: Fundec. Tomo II.

REALIZANDO NUESTROS PROPIOS APOYOS VISUALES

En el artículo de la pasada semana comenzamos a tratar la comunicación mediante imágenes en las personas con TEA, concretamente hablamos introductoriamente sobre el sistema PECS (Picture Exchange Communication). Podéis encontrarlo en este enlace.

Este sistema, como sabemos, se basa en el intercambio de imágenes, a fin de brindar apoyo visual a la comunicación para ajustarse a las necesidades de las personas con TEA.

Estos apoyos visuales son “una clarificación, la forma con la que podemos traducir o transformar la información verbal a visual. Son un código alternativo al lenguaje oral o al uso instrumental, que persigue mejorar la comprensión” (Equipo Deletrea, 2008). Con ellos podemos “traducir” o transformar la información verbal a información visual. Es, por tanto, un código alternativo al lenguaje oral (por ejemplo, cuando le decimos al niño “A dormir”) o al uso instrumental (por ejemplo, cuando cogemos al niño de la mano y le llevamos al dormitorio), que persigue un fin fundamental: mejorar la comprensión. Mediante PECS sustituimos la ineficaz palabra hablada o el uso instrumental por la presentación de la tarjeta correspondiente, agilizando la comunicación enormemente.

Sin embargo, cada forma de presentación de los apoyos visuales exige del niño una capacidad diferente de abstracción y de simbolización. No es lo mismo emplear imágenes que emplear objetos reales, dado que las primeras demandan una capacidad de abstracción mayor que las segundas y, en consecuencia, son más complejas. Por este motivo, es importante saber ajustar la dificultad de los apoyos visuales a la capacidad de abstracción del niño.

¿Cómo podemos favorecer su correcto desarrollo desde casa?

Entonces, y sobre todo al comenzar a introducir el sistema PECS, debemos tener en cuenta las características individuales de nuestros alumnos Hay casos en los que el nivel de abstracción no alcanza y es más beneficioso presentar un objeto real en lugar de una fotografía, pudiendo pasar más adelante a la fotografía si su evolución lo permite.

¿Cómo podemos favorecer su correcto desarrollo desde casa?

De esta forma, el punto de partida debería ser siempre valorar qué apoyo visual comprende y es eficaz para cada niño. Una forma de analizarlo consiste en pedirle que realice emparejamientos entre objetos reales y fotografías, pictogramas y palabras escritas, familirializándole primero en la tarea de emparejamiento a fin de descartar otras variables como la falta de comprensión de lo que le estamos pidiendo. Para lograr esta familiarización, podemos realizar algunos ensayos con grupos de objetos idénticos, empleando la consigna verbal de “pon”, mientras se guía físicamente su mano.

De esta forma, por medio de la asociación, estaremos promoviendo la transición de un tipo de apoyo más sencillo (la fotografía) a otro más complejo (el pictograma) y, finalmente, cuando el niño los haya asociado podremos retirar la fotografía, dejando sólo el pictograma.

 

Fuente: Autismo Cádiz

Por otro lado, no debemos olvidar que también es posible combinar distintas modalidades, si así lo consideremos conveniente (por ejemplo, objetos reales y la etiqueta de sus cereales preferidos). Asi nos lo explica ARASAAC:

“La Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA) no es incompatible sino complementaria a la rehabilitación del habla natural, y además puede ayudar al éxito de la misma cuando éste es posible. No debe pues dudarse en introducirla a edades tempranas, tan pronto como se observan dificultades en el desarrollo del lenguaje oral, o poco después de que cualquier accidente o enfermedad haya provocado su deterioro. No existe ninguna evidencia de que el uso de CAA inhiba o interfiera en el desarrollo o la recuperación del habla.”

La idea más importante es que la finalidad de cada apoyo visual viene definida por la necesidad que presenta la persona con TEA en cada momento. Así, en nuestras salidas, podemos realizar un dibujo improvisado para prevenirles de lo que va a ocurrir o vamos a hacer.

Para elaborar materiales de apoyo visual podemos utilizar pizarras, ordenador, papel… pero lo ideal es que sea algo que pueda llevarse a las salidas que hagamos. Por ello, la opción de etiquetas plastificadas en forma de llavero (unidas por una argolla) es muy útil y posibilita hacer cambios y nuevos pictogramas de manera sencilla y sobre la marcha.

Confeccionar nuestros propios apoyos visuales es sencillo y económico. Como podemos ver en la lista inferior, los materiales son fáciles de encontrar y el procedimiento no requiere ninguna habilidad especial.

Materiales:
–       Pegamento
–       Velcro
–       Tijeras
–       Fotografías o pictogramas
–       Una plastificadora
–       Etiquetas
–       Rotulador

La idea es contarle y dejarle manipular la secuencia durante algunos días previos al evento y tener el material en a mano mientras este ocurra. Es lo que llamamos historias sociales.

Tenéis algunos ejemplos en:

Materiales de Sabina Barrios en OcupaTEA.

Materiales de Sabina Barrios en ARASAAC.

Bibliografía:

– Equipo Deletrea. (2008) Los niños pequeños con autismo. Soluciones prácticas para problemas cotidianos. Madrid: Editorial CEPE.

– Hernández, J. Martín, A. y Ruíz, B. (2007). Déjame que te hable de los niños y niñas con autismo de tu escuela. Lleida: Teleno.

– Hongdon, L. (2002). Estrategias Visuales para Mejorar la Comunicación: Ayudas Practicas para la Escuela y el Hogar. EEUU: Quirkroberts Publishers.

 

Si deseas formarte en el nivel 2 de PECS los dias 8y 9 de Junio en Málaga, clicka en la siguiente imagen para más información:

 

CONOCIENDO EL PICTURE EXCHANGE COMMUNICATION (PECS)

Como sabemos, en las personas TEA, el desarrollo de la habilidad para comunicarse varía en distintos grados, y su uso de lenguaje depende de su desarrollo intelectual y social. Algunos tienen un vocabulario amplio y pueden hablar sobre temas específicos con mucho detalle. Sin embargo, otros carecen de lenguaje oral, o podrían tener habilidades muy limitadas de lenguaje. Muchos de ellos tienen problemas con el significado y el ritmo de las palabras y frases. A veces pueden leer palabras antes de los 5 años, pero sin entender lo que leen. El abanico de posibilidades es tan amplio como las personas TEA.

Uno de los puntos fundamentales en la educación de estas personas es el de mejorar sus habilidades de comunicación, para que puedan alcanzar su máximo potencial. Existen muchas maneras para mejorar las habilidades de comunicación, pero todas tienen en común que deber ser un tratamiento de comienzo temprano, durante los años de educación infantil, y debe estar adaptado a la edad y los intereses del niño.

Uno de estos programas es el sistema de comunicación por intercambio de imágenes, o PECS, del que vamos a hablar en esta ocasión. Es un sistema aumentativo o alternativo de comunicación, que ayuda a personas con autismo u otras dificultades comunicativas: Síndrome de Down, derrame cerebral, diversos trastornos del aprendizaje, etc a integrarse en el contexto en que viven, además de facilitar y servir de base a todo tipo de aprendizaje posterior.

¿Cómo podemos favorecer su correcto desarrollo desde casa?

Este sistema ha recibido reconocimiento mundial. Los resultados que ofrece PECS como SAAC se encuentran reflejados en múltiples estudios y artículos, y su éxito se debe en gran parte a la gran flexibilidad que ofrece, ya que las necesidades de las personas con autismo son amplias e increíblemente variadas. Por ejemplo, se ha demostrado una relación directa del uso de PECS y el desarrollo del habla, en estos casos se pasa de un sistema alternativo a aumentativo, y en muchos casos acaba siendo innecesario su uso debido al desarrollo de un lenguaje oral funcional por parte del alumno. Para otros niños, PECs es un sistema de apoyo mientras adquieren el lenguaje oral.

PECS es quizá el sistema de comunicación aumentativa más extendido, y su uso abarca tanto ámbitos educativos como familiares. De hecho, en todo programa PECS se tiene en cuenta e incluye al sistema familiar del niño.

Frost y Bondy, sus creadores, creen firmemente que la comunicación es un derecho humano básico y que existen múltiples maneras de comunicación, siendo el habla sólo una de ellas. Consigue una comunicación sin habla.

Contado de forma muy escueta, se trata de un sistema de tarjetas con símbolos que representan multitud de conceptos y acciones. La dificultad es completamente personalizable (puede ir desde lo más sencillo hasta lo más complejo) y saca partido de la buena memoria visual que suelen tener las personas con autismo.

Parte de intercambiar una imagen por un objeto deseado, seguido de refuerzo. El sistema continúa enseñando la discriminación de imágenes y luego como organizarlas en oraciones sencillas. En las fases más avanzadas, los alumnos aprenden a comentar y contestar preguntas directas.

Así, un niño puede comenzar reconociendo un símbolo para después asociarlos con un objeto cotidiano, como por ejemplo «caramelo», «agua» o «pelota». Para ello, se realiza un intercambio del objeto por la ficha con el símbolo, y de esta manera conseguimos que aprenda el significado. Lo ideal es iniciarse con objetos cuya obtención suponga un refuerzo positivo: un caramelo, un juguete. De esta forma, cada vez que piden algo correctamente obtienen un premio, siendo reforzado el intercambio.

Para objetos menos accesibles como «palmera» o «coche» podemos realizar excursiones al lugar real del emplace.

El siguiente paso consiste en introducir verbos que deben ser altamente funcionales y significativos para el niño con el que estemos trabajando: “querer”, “jugar”… Poco a poco, los enunciados se vuelven cada vez más complejos, llegando hasta dónde sea capaz de alcanzar el niño. Aquellos más aventajados son capaces de construir frases complejas (con sujeto, verbo y predicado) que permiten un nivel de comunicación asombroso.

En los enlaces siguientes podemos ver las fases del programa paso a paso:

https://www.youtube.com/watch?v=Hs-412lhXb0 – fase de preparación

https://www.youtube.com/watch?v=4vfP3kLB6Bw – fase 1

https://www.youtube.com/watch?v=T4_mYzBi8_8 – fase 1 y 2

https://www.youtube.com/watch?v=QbR7QOtASUs – fase 3

https://www.youtube.com/watch?v=Ks1SFAF_TLQ – fase 1,2 y 3

https://www.youtube.com/watch?v=k7EVHu1lmJY – fase 4

https://www.dailymotion.com/video/x2mqwxt – fase 6

Un punto a destacar es la evolución que el sistema PECS ha experimentado con la generalización de las nuevas tecnologías, volviéndose aún más útil y completo, aspecto del que hablaremos en próximos artículos. Actualmente encontramos numerosas aplicaciones basadas en PECS tanto para móviles como para tablets. Es el caso de la aplicación Ablah, premiada como la mejor aplicación española de 2010 por App Date y por la Fundación Vodafone a la Innovación, pero también programas como iAssist Communicator, e-mintza y Grace. La posibilidad de contar con miles de imágenes, de complementar la imagen con voz, y la facilidad con la que se añade nuevo material (imágenes, archivos de voz) a los ya presentes flexibiliza e individualiza aún más el sistema. La autonomía que ofrecen estos programas para comunicarse puede ser espectacular para determinadas personas autistas y también ayudan mucho en su aprendizaje de cualquier materia o aspecto.

De todos estos aspectos hablaremos en las próximas semanas.

Para saber más:

https://www.pecs-spain.com/

https://pictoaplicaciones.com/blog/pecs-comunicacion-con-intercambio-de-imagenes/

www.pecs.com

 

 

AUTISMO, ADOLESCENCIA Y SEXUALIDAD

Hasta la fecha, muy pocas investigaciones sobre el Trastorno del Espectro Autista se han centrado en los aspectos sexuales. Probablemente este hecho se debe a la tendencia general en la sociedad a negar la sexualidad como parte natural e integrada en el desarrollo de la personalidad. La asexualización de la personas con TEA, y de cualquier persona que se considere diversa, llega a ser un mecanismo de control de la sociedad. Sin embargo, si tenemos en cuenta hasta qué punto la sexualidad influye en las emociones y en la conducta humana, resulta obvio que este tema merece más atención, puesto que un problema sexual no resuelto repercute en la vida social y se extiende a todas las esferas vitales del individuo, pudiendo provocar una disminución de la calidad de vida.

Sabemos que el autismo es una condición neurológica compleja que dura toda la vida. La persona con TEA atraviesa las mismas etapas vitales que todas las personas, con los cambios físicos y emocionales que conlleva. A estos cambios les acompaña la misma necesidad de información, a fin de estar preparados y evitar así miedos e inseguridades derivadas de estas nuevas experiencias.

Pero esta necesidad de información debe ser entregada por sus educadores. Debemos tener en cuenta que los niños con TEA recogen menos información de su entorno, de sus iguales, de forma espontánea. Además, su capacidad de imitación se encuentra disminuida, y es algo que puede llevar a ideas confusas o erróneas, y desembocar en alguna experiencia negativa, incómoda, humillante o dolorosa.

El adolescente autista, además, necesitará no solo les enseñemos que estos cambios sucederán, sino también, como deben comportarse en relación a esos cambios corporales. Esto quiere decir que la enseñanza de hábitos de autocuidado deberá extenderse al afeitado, la depilación, el uso del desodorante, etc.

Especialmente relevante es la llegada de la menstruación en las chicas, siendo absolutamente necesario, al igual que en el caso de las chicas normotipicas, mantener una comunicación fluida para aclarar cualquier duda o calmar cualquier preocupación, tener las cosas previstas etc. Ahora bien, en la chica con TEA será necesario además extremar la anticipación, al tratarse de un cambio muy llamativo e incluso alarmante. Especialmente si tiene problemas de comunicación o discapacidad intelectual hay que prestar una atención especial, sí, pero tratarlo con la misma normalidad que en cualquier niña.

Afirma Silvina Peirano, especialista sexualidad y diversidad funcional, que las familias piensan que tienen que enfrentar la sexualidad de sus hijos, llegado un determinado momento, y en principio la sexualidad es cualquier cosa, menos un campo de enfrentamientos. A las sexualidades no hay que enfrentarlas, hay que acompañarlas, hay que propiciarlas.

Tanto desde el centro escolar como la familia, los dos agentes socializadores más relevantes en la vida de cualquier persona, se debe abordar el tema, brindar explicaciones y responder cualquier pregunta o inquietud que pudiera surgir. Debemos explicarle lo que va a ocurrir adaptándonos a sus necesidades. Podemos romper la explicación en pequeños pasos, utilizando ayudas visuales, esquemas, imágenes, muñecas, videos, material real (compresas, tampones) sin sobrecargar de datos y atendiendo siempre a su capacidad cognitiva. Las historias sociales pueden ser especialmente útiles con algunas niñas, ilustrando mediante pictogramas lo que sucederá y lo que debe hacer al respecto: decírselo a su tutor/a, familiar, cambiarse en el baño, etc.

En niñas que dispongan de poca flexibilidad para los cambios, es una buena idea que comience a llevar una minicompresa antes de que empiece la menstruación, de manera que vaya acostumbrándose a ella para cuando sea una necesidad.

Las familias pueden apoyarse en otras familias en parecidas circunstancias, de ahí la importancia de generar desde el centro escolar reuniones de familias, y de hacer uso de los servicios que las asociaciones disponen, pues a veces, la solución es más simple de lo que parece. Un padre, en una de estas reuniones contaba que su hija, desde su infancia, gritaba y corría desesperadamente ante la menor gota de sangre. No se calmaba hasta que le ponían una tirita en la herida por diminuta que fuera, ese componente «mágico» que a veces tienen los procedimientos curativos. La solución fue un simple cambio de terminología: llamaron a la compresa la «tirita grande». Otra madre recomendaba dibujar con un rotulador o coser en las braguitas unas líneas para que la niña supiera dónde debe poner la compresa.

La sexualidad se desarrolla mediante la interacción y comunicación social, mediante el contacto físico, la representación y la asimilación de las reglas y normas sociales. Este es precisamente el punto débil de la persona TEA. Consecuentemente, tanto en chicas como en chicos podemos encontrar frecuentemente conductas sexuales inapropiadas e intentos de mantener contactos sexuales, que en ocasiones pueden convertirse en fuente de tensiones con su entorno inmediato. Ello puede llevar a un tratamiento equivocado o, incluso, a anular las posibilidades del entorno de emprender acciones, con el consiguiente arrinconamiento del problema. Puede ser útil el entrenamiento conductual positivo, y practicar algunas normas de conducta, de forma coherente y coordinada entre la escuela y el entorno familiar.

Cada niño, adolescente o adulto TEA presentará dificultades propias a cada sujeto. Las diferencias individuales son enormes. Por ello, llegado el momento debemos extremar la comunicación entre familias, docentes y profesionales que se relacionen con la persona TEA sobre los diferentes manifestaciones de su sexualidad y tener acuerdos sobre normas y valores sexuales de la familia y el entorno.

Para leer más:
http://kc.vanderbilt.edu/healthybodies/files/Sp-HealthyBodies-Boys-web.pdf
http://www.autism-society.org/wp-content/uploads/2014/04/LWA_Puberty.pdf
https://autismodiario.org/2016/05/29/autismo-adolescencia-sexualidades-entrevista-silvina-peirano-especialista-sexualidad-diversidad-funcional/

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Direccion: Calle Las Barreras N° 3620, Edificio Pitajaya, planta baja, oficina N° 3
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