La Organización Mundial de la Salud elevó el pasado 11 de marzo de 2020 la situación de emergencia de salud pública, ocasionada por el COVID-19, a pandemia internacional. La obligación y recomendación que no cesa en los medios es clara y directa: #quédateencasa.
Sin embargo, si esta recomendación es difícil de gestionar en personas adultas, en los niños y niñas lo es más aún. Pero sí, además, tenemos hijos e hijas con Trastornos del Espectro Autista esto puede convertirse en todo un reto a superar.
¿Qué podemos hacer para ayudarlos/as?
En primer lugar, en España y gracias a diferentes asociaciones de niños/as con discapacidad, especialmente gracias a las presiones de Autismo España, se ha conseguido que en el BOE se recoja la necesidad de las familias de poder salir con un niño/a con discapacidad a dar un paseo o al exterior de la casa, siguiendo las recomendaciones sanitarias. Además, se debe llevar la tarjeta de discapacidad, para evitar posibles sanciones de la guardia civil. Por tanto, a lo largo del día poder salir a dar un paseo o respirar aire fresco es un alivio, que en muchas ocasiones nos puede ayudar a gestionar esta situación.
En segundo lugar, es fundamental que se siga una rutina y estructura diaria. Para ello, es recomendable realizar una agenda visual, donde se establezca un horario con todas las actividades que se van a realizar a lo largo del día. El horario puede ayudar a reducir el malestar y la ansiedad de no saber qué pasará. La importancia de mantener una rutina es fundamental para las personas con TEA. En la agenda visual debe aparecer: hora de levantarse, desayuno, vestido, aseo, juego, trabajo (cuentos, tareas escolares, actividades de estimulación, etc.), comida, descanso, juego, aseo, cena y hora de dormir. Además, se pueden incluir aquellas actividades que nosotros creemos que son imprescindibles y otras que el niño/a pueda elegir (se puede tener un panel de selección con diferentes alternativas- por ejemplo en el juego).
En tercer lugar, se debe explicar qué está pasando. Para ello, se puede crear una historia social en la que se explique la necesidad de permanecer en el interior de casa durante unas semanas. Algunos blogs o asociaciones han publicado estas historias sociales y podemos acceder a ellas para utilizarlas con nuestros peques. Por ejemplo, arasaac (http://www.arasaac.org/materiales.php?id_material=2280A) o Autismo Madrid (https://drive.google.com/file/d/1cMYZGxQqyA6Vd3B1b9KglhtTEbZuppu/view). Además, a lo largo de estos días, se han publicado algunos cuentos que pueden ayudar a comprender mejor esta situación. Os dejamos el link del cuento creado por Manuela Molina (https://www.mindheart.co/descargables) y por MrWounderful (https://www.mrwonderfulshop.es/media/other/cuento/cuento_corona_virus_opt.pdf).
En cuarto lugar, es necesario hacer explícito qué deben hacer (y qué esperamos de ellos y ellas). Por supuesto, es imprescindible seguir todas las indicaciones otorgadas por el Ministerio de Sanidad. Una de las principales recomendaciones es lavarse las manos de forma asidua. Aprendices visuales da libre acceso a 20 cuentos e historias sociales. Uno de ellos “Las manos de José”, se puede usar para enseñar, practicar y aprender a lavarse las manos correctamente.
Lo podéis descargar aquí: https://aprendicesvisuales .com/p/cuentos_aprendic esvisuales.
Una forma además de motivar a que se laven las manos es partir de un divertido juego como el que propone la enfermera Narwhal Tabarca: “El juego del coronavirus”.
Por otro lado, es necesario ocupar el tiempo con diferentes actividades. En nuestra agenda visual siempre debe aparecer tiempo dedicado a:
– Jugar.
– Trabajar y estimular.
Hay que dejar volar la imaginación y la creatividad durante estos días para poder realizar juegos en el interior de la casa.
Desde cocinar un postre (y así favorecemos el seguimiento de instrucciones, la planificación, la integración sensorial de diferentes texturas, etc.), hasta hacer puzzles, rompecabezas, juegos de mesa, bailar, escuchar música, disfrazarnos, juegos en la bañera, regar las plantas, buscar un tesoro escondido, pintar, realizar manualidades, crear un circuito de diferentes texturas dentro de recipientes para caminar por encima, reconocer alimentos a través del olfato, diseñar bolsas o botellas sensoriales, realizar circuitos motores con elementos de la casa…
También podemos hacer ejercicios de relajación, que son fundamentales en situaciones tales como la que vivimos actualmente. El blog “El sonido de la hierba al crecer” tiene algunos interesantes como estos:
Además, se debe hacer especial hincapié en que este período no son unas vacaciones. Así, los niños y niñas deben tener un tiempo del día dedicado a realizar las actividades o tareas que desde los centros educativos se hayan planificado. También debemos aprovechar en casa para seguir realizando actividades y tareas de estimulación, según nos hayan recomendado los terapeutas a los que solemos asistir.
Otro aspecto importante a señalar es que durante estos días muchas de las personas con TEA pueden presentar unos niveles de estrés mas elevados. Es posible que muestren más movimientos repetitivos y que busquen actividades sensoriales. ¡No juzguéis! ¡Lo necesitan! También se puede dar la opción a que el niño/a repita una actividad específica (alguna de “sus pasiones”) un número determinado de veces.
Por último, como padres o madres es fundamental transmitir calma y seguridad a nuestros hijos e hijas. Para ello, os dejamos algunas últimas recomendaciones:
– Evitar la sobreinformación. Informarnos en un momento concreto del día (por ejemplo, en los informativos de la tarde). El resto del día estar ocupados haciendo otras actividades que no estén relacionadas con este tema.
– Afrontamiento positivo. Repetir el mantra “estamos haciendo algo que es esencial para el bien común”.
– Utilizar la tecnología para mantenernos unidos a nuestros seres queridos: realizar videollamadas, enviar fotos, conversar, etc.
– Mantenerse activo física y mentalmente: realizar ejercicio, caminar por la casa, escuchar música, ver una serie o una película, leer… y cualquier actividad que nos ocupe y sea beneficiosa para el cuerpo o la mente.
– Y sobre todo: ¡no os olvidéis de respirar! Meditar, hacer yoga, mindfulness o cualquier actividad que pueda ayudar a mantenernos en paz.
Por otro lado, como familias, sabéis la importancia de continuidad en la intervención teniendo el apoyo de profesionales, es por eso que, desde el Centro Tierra, ofrecemos un servicio alternativo para estos tiempos de cambio donde daremos el servicio a través de internet con uso de video conferencia, realización de informes, adaptaciones curriculares, apoyo en registro conductuales, coordinación con otros profesionales, videos y análisis…adaptándonos a las necesidades de cada familia.
Agradecemos el apoyo recibido desde España con la Asociación Tajibo para orientarnos en este nuevo modelo de intervención basándonos en el apoyo a la familia, para que nuestros chicos continúen con una intervención adaptada a las necesidades actuales y continuas en el tiempo.
Autora Artículo:
Alba Martinez
Neuropsicóloga Infantil y Maestra de Pedagogía Terapéutica.
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